El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Lipasam, ha comenzado la implantación en los barrios de San Jerónimo y la Bachillera del distrito Norte de los nuevos contenedores de biorresiduos para la recogida selectiva de materia orgánica biodegradable a través de un nuevo modelo de contenedores que presentan como particularidad la apertura mediante una tarjeta electrónica sin contacto y la tapa de color marrón.
“Residentes, comerciantes y comunidad educativa de San Jerónimo y de la Bachillera serán los mejores embajadores en el barrio de este programa de biorresiduos que amplía los servicios de recogida selectiva municipales para su transformación en energía y en fertilizantes para los que son imprescindibles la colaboración ciudadana”, ha destacado el delegado del Distrito Norte, Juan Antonio Barrionuevo.
En estos nuevos contenedores pueden depositarse resto de comida cocinada, pescado, carne, cáscaras de frutas, frutos secos o huevos, infusiones o café, tapones de corcho, cerrillas y serrín, restos de jardinería y de podas en viario público.
No deben introducirse elementos como pañales, compresas, toallitas húmedas, excrementos de animales, polvo de barrer, arena de gatos o pelo.
Su ubicación coincide con las islas de selectiva, de forma que “se suman a las unidades ya existentes destinadas al vidrio, papel y cartón, y envases ligeros. Este nuevo modelo de depositorios incluye como novedad la apertura mediante una tarjeta electrónica sin contacto que se aproxima a la parte superior, lo que garantiza el depósito correcto, optimiza su procesamiento, minimiza los malos olores y evita acciones vandálicas” según ha destacado el delegado de Transición Ecológica y Deportes del Ayuntamiento, David Guevara, quien ha estado presente en la instalación de estos nuevos contenedores junto al delegado Juan Antonio Barrionuevo y a la gerente de Lipasam, Virginia Pividal.
La puesta en marcha de este nuevo sistema incluye actuaciones informativas ante las asociaciones de vecinos, buzoneo, reparto de folletos informativos o distribución de tarjetas que continuará en los próximos días con comerciantes, redes sociales y otros cauces comunicativos. Los solicitantes de esta tarjeta reciben además como obsequio un cubo para depositar los residuos orgánicos y un juego de bolsas de rafia reutilizables para poder separar materiales desechables. Esta tarjeta se puede adquirir e forma gratuita en el Punto de Atención Ciudadana Macarena o a través del 010, el 955010010 o www.lipasam.es.
La ubicación de estos nuevos dispositivos se encuadra dentro de la segunda fase del programa que comenzó en La Macarena con 22 contenedores y que continúa ahora por San Jerónimo y La Bachillera con otros 68, a los que se suman la adquisición de otros 10 para futuras reposiciones. En total, 90 contenedores con un presupuesto de 125.500 euros. El proyecto de recogida selectiva a través de estos 90 contenedores específicos, se desarrolla con la cofinanciación de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) del Programa Operativo de Crecimiento Sostenible FEDER 2014-2020 de la Unión Europeo e incluye un recolector específico con una inversión de 278.000 euros por lo que la cantidad total destinada a este programa asciende a 400.000 euros.
La recogida de biorresiduos se inició en Sevilla en junio de 2017 con la implantación del sistema en mercados, hoteles y hospitales de la ciudad así como en varios puntos del Casco Antiguo. Posteriormente se ha introducido en barrios como Sevilla Este, Bellavista, Bermejales, Jardines de Hércules, Heliópolis, Pineda, El Cano y Pedro Salvador.
Hasta la fecha se han recogido más de 5 millones de kilogramos de biorresiduos. Esta medida, enmarcada dentro del Programa de Gestión y Prevención de los Residuos en Sevilla, se ha tomado en base a lo establecido en la Directiva (UE) 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, en la que se fija la obligatoriedad de la recogida selectiva de los biorresiduos para antes del 31 de diciembre de 2023. Finalmente, las nuevas normas establecen medidas para el reciclaje de residuos municipales, fijándolo en un 55% para antes de 2025.